La
Masacre de San José de
Apartadó fue una asesinato masivo ocurrido el 21
de febrero de 2005 en la vereda Mulatos Medios,
corregimiento de San José de
Apartadó (Antioquia),
y en la vereda La Resbalosa, municipio de
Tierralta (Córdoba),
en Colombia, donde fueron asesinados 3 niños y
5 adultos entre hombres y mujeres. De la
masacre se acusa a varios miembros del Ejército
Nacional de Colombia en compañía de miembros del
grupo paramilitar conocido como Autodefensas Unidas
de Colombia. El ejército insistió por largo
tiempo en que los autores habían sido las FARC.
Los hechos El día 21 de febrero de 2005, hombres
armados, entre militares y paramilitares, ingresaron
a la zona donde confluyen los departamentos de
Antioquia y
Córdoba, más exactamente en las veredas La
Resbalosa (Córdoba)
y San José de
Apartadó (Antioquia),
allí asesinaron a dos grupos de campesinos de la
región entre los que estaban tres niños entre los 5
y 6 años.
El testimonio de Jorge Luís Salgado, quien
perteneció al grupo paramilitar, fue el que dio
elementos a la justicia para tomar acciones en el
caso. El paramilitar relató a las autoridades el
suceso y la forma como fueron asesinados los niños:
"Los niños estaban debajo de la cama. La niña era
muy simpática, de unos 5 ó 6 años y el peladito
también era curiosito (...) Propusimos a los
comandantes dejarlos en una casa vecina pero dijeron
que eran una amenaza, que se volverían guerrilleros
en el futuro (...) 'Cobra' tomó a la niña del
cabello y le pasó el machete por la garganta".
El ex paramilitar relató como el padre de
los niños suplicaba de rodillas que no los
asesinaran, y contó que la niña creía que
irían a un paseo.
Desde 1997 la comunidad de Paz de
San José de
Apartadó se había declarado neutral
frente al conflicto armado rechazando la
presencia de cualquiera de los actores,
guerrilla, paramilitares e incluso el
Ejército pues consideran que no los
protegía. Por dicho motivo, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos le había
exigido al Gobierno medidas eficaces para
ampararla.
Los acusados
En la masacre se han vinculado a las
investigaciones a 84 miembros del jército.
Algunos de los miembros del Ejército que han
sido acusados por el hecho son los
subtenientes Jorge Humberto Milanés Vega,
Édgar García Estupiñán y Alejandro
Jaramillo Giraldo, los sargentos
segundos Ángel María Padilla Petro,
Henry Guasmayán Ortega, Darío José
Brango Agamez y Óscar Jaime González
y los cabos Sabaraín Cruz Reina,
Ricardo Bastidas Candia, Héctor
Londoño Ramírez, Luís Gutiérrez
Echeverría, Jesús David Cardona Casas,
Yuber Carranza Rodríguez, Ramón
Mican Guativa y José Carmona. Los
jefes paramilitares de las AUC que habrían
participado en la masacre son Joel José
Vargas Flórez y José Clímaco Falco,
alias "Cobra".
Denuncias posteriores
El diario El Tiempo informó en marzo de
2008 que después de la masacre de 2005,
en San José de Apartadó han tenido lugar
17 asesinatos y 290 agresiones según lo
denunciado por el párroco del pueblo Javier
Giraldo, como fue el caso de una
campesina que fue presentada como
"guerrillera muerta en combate". En
febrero del mismo año la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, insistió
en reclamar la protección del Estado a la
comunidad de
Apartadó y pidió que se revelaran los
nombres de los militares que participaron en
la masacre.
En mayo de 2008 el capitán del
ejército Guillermo Armando Gordillo,
reconoció la participación de los militares
en el hecho y dijo estar dispuesto a
colaborar con la justicia para obtener
rebaja de penas.
En una decisión proferida el pasado 15 de
abril de 2008, el ente acusador dictó
medida de aseguramiento contra seis de los
trece militares capturados el pasado 27
de marzo, sindicados de participar en la
masacre. La medida, que consiste en
detención preventiva sin beneficio de
libertad provisional, afecta al teniente
Alejandro Jaramillo Giraldo y al
subteniente (r) Jorge Humberto Milanés
Vega, así como a los sargentos
Henry Cuasmayán Ortega, Ángel Padilla
Petro y Sabaraín Cruz Reina, y al
cabo segundo Ricardo Bastidas Candia.
Todos ellos deberán responder como presuntos
coautores de los delitos de homicidio en
persona protegida y actos de terrorismo, en
cuyos atroces hechos fueron asesinados a
machetazos Luís Eduardo Guerra y su
esposa Beyanira Aleiza, así como a
Deyner Andrés, hijo de Guerra, de 11
años, cuyo cuerpo fue decapitado; Alfonso
Bolívar Tuberquia, su esposa Sandra
Milena Muñoz, y sus hijos Natalia, de 5
años, y Santiago, de 2 años, así como
Alejandro Pérez, jornalero de oficio.
La mentira difundida por Ejército Nacional,
el Gobierno Nacional y Fiscalía Regional de
Antioquia, que a través del director
regional en esa época, Francisco Galvis
Ramos, declaró que la Comunidad de Paz
de San José de Apartadó “eraun veraniadero
de las Farc”. El presidente Álvaro
Uribe Vélez, repitió y afirmo la mentira que
le dijeron.
La verdad comenzó a salir por confesiones y
testimonios. Vea toda la complicidad
del Estado.
El relato de un paramilitar desmovilizado se
convirtió en la pieza clave para armar el
rompecabezas de este caso, que es uno de los
que más atención internacional han
suscitado. Adriano José Cano Arteaga
era un patrullero del grupo Héroes de
Tolová, que pertenecía a 'Don Berna'
y operaba entre
Córdoba y
Urabá, y que al momento de la masacre no
se había desmovilizado. Cano asegura
que un paramilitar conocido como '44'
fue quien dirigió la masacre y que otro
conocido como 'Pirulo' fue quien
degolló a los niños. Los paramilitares
estaban, según el relato, junto a unos 50
soldados al mando del capitán Gordillo,
quien se habría quedado "asegurando un
monte" mientras los paramilitares se
adelantaron para cometer el crimen.
.
"The Truth of San José de
Apartado´s Massacre"III CONTRAVIA
"Paramilitarismo sigue operando en San José de
Apartadó", padre Javier
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