EL
SECUESTRO
El Secuestro de tres indigenistas estadounidenses
en Colombia fue cometido el 25 de febrero de 1999
por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(Farc). Las Farc retuvieron a los ciudadanos
estadounidenses, Terence Freitas, Ingrid
Washinawatok y Laheenae Gay de origen
nativoamericano y que se encontraban asesorando a la
comunidad U'wa.
Antecedentes
Las Farc ya habían secuestrado y asesinado a
otros tres indigenistas norteamericanos en la
comunidad indígena panameña de Pucuró, el 31 de
enero de 1994. Por dicho crimen fue capturado el
25 de abril de 2008, Oberto Peña Hernández
y con los alias de "Ramiro", "Mambo" o
"Rambo". Hernández de 32 años y con 14 años
de experiencia en la guerrilla como miembro del
frente 57 de las Farc, en el Departamento del
Chocó
y límites con la República de Panamá. Fue capturado
en desarrollo de la "Operación Destructor",
en el atrato medio antioqueño, por miembros de la
Policía Nacional de Colombia y la Fuerza Aérea
Colombiana.
Muerte de los Indígenas
Los indigenistas fueron abordados cuando salían
del caserío El Chuscal, en jurisdicción de
Cubará, departamento de
Boyacá,
cuando fueron interceptados por las Farc. Sus
cuerpos baleados fueron encontrados días después en
territorio de Venezuela cerca a la frontera con
Colombia, específicamente en el kilómetro 56 de la
vía La Victoria-El Nula, en el sector denominado Los
Pájaros, del estado venezolano de Apure.
Autores del asesinato
Tropas élites del Ejercito de Colombia,
pertenecientes a la Fuerza de Tarea Conjunta Omega
dieron muerte en combate a tres guerrilleros de las
Farc, entre los que se encontró a Carlos Julio
Ávila, alias "El Marrano" y quien al
parecer estuvo implicado en el asesinato de los
ciudadanos norteamericanos en 1999.
Según el reporte, "El Marrano" era uno de
los hombres más cercanos al jefe del frente 10 de
las Farc, Germán Briceño (alias "Grannobles" y
hermano del comandante militar de la guerrilla Jorge
Briceño ("Mono Jojoy").
Las autoridades colombianas también capturaron a
Jorge Eliécer Martínez, alias "Jerónimo
Aljure", considerado como el líder del frente 56
de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC) y quien, según fuentes militares, afronta al
menos 72 casos de asesinato y numerosos de
secuestro, incluyendo la posible participación en el
secuestro y asesinato de los indigenistas. Martínez,
fue capturado en la zona rural de Maní, departamento
del
Casanare en una operación del Ejército
colombiano denominada "Operación Alacrán".
Por el mismo proceso de secuestro y asesinato
fueron condenados por un un fiscal de Derechos
Humanos y DIH, los guerrilleros Jorge Briceño
Suárez, alias ‘Mono Jojoy', y Diego Luís Gutiérrez
Muños, alias ‘Chita'.
Procesados por justicia estadounidense
El 1 de mayo de 2001, el entonces fiscal
general de Estados Unidos, John Ashcroft, señaló que
Washington trabajaría con las autoridades
colombianas para atrapar a los sospechosos y pedir
su extradición. También señaló que apoyarían al
gobierno en la lucha contra las drogas para así
evitar el financiamiento de las Farc.
Simultáneamente, el entonces embajador de
Colombia en Washington, Luís Alberto Moreno,
confirmó que los seis miembros de las FARC serían
extraditados a Estados Unidos si eran capturados.
El gobierno estadounidense también tomó la
decisión de no negociar nada con las farc, después
de los resultado obtenidos a finales de 1998 cuando
el director de Asuntos Andinos del Departamento de
Estado, Phil Chicota mantuvo contactos con un
portavoz de las Farc para que fueran liberados los
tres indigenistas secuestrados.
El resultado fue el asesinato tres meses después,
de esos ciudadanos estadounidenses, por lo que se
ordenó cancelar cualquier clase de contacto. Tras
adoptar esta posición, y con el Secuestro de
contratistas estadounidenses en Colombia el gobierno
estadounidense se negó a negociar la liberación de
cualquier otro rehén. |
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