El primero de septiembre el secretario de Gobierno de Caquetá, Edilberto Ramón Endo, aseguró que la emboscada de las Farc, que había acabado con la vida de 14 patrulleros en Doncello, era un acto de "criminalidad grotesco".

Hoy casi tres meses después, y durante la audiencia de legalización de captura adelantada contra Wilmer Rojas, alias ‘Colacho’, éste admitió su responsabilidad en la coordinación de la emboscada que cobró la vida de los policías adscritos al Escuadrón Móvil de Carabineros en Doncello, Caquetá.

El guerrillero, señalado como jefe de explosivos del Interfrente del Caguán, creado tras el fin de la zona de distensión para los diálogos con el gobierno del ex Presidente Andrés Pastrana, dirigió y supervisó el ataque contra los uniformados del EMCAR 42, que luego de ser sorprendidos con cargas explosivas sembradas en la carretera y ráfagas de fusil, fueron rociados con gasolina e incinerados.

Alias ‘Colacho’, capturado por la DIJIN el viernes pasado en Armenia cuando realizaba diligencias para la obtención de una nueva identidad, estuvo a cargo del dispositivo de seguridad para la entrega del sargento Pablo Emilio Moncayo, liberado el 30 de Marzo de este año en presencia de Monseñor Leonardo Gómez Serna y la ex senadora Piedad Córdoba.

Wilmer Rojas participó además en el sangriento ataque a la estación de Policía de Curillo, Caquetá, ocurrida el 9 de Diciembre de 1999, cuando fueron secuestrados 12 efectivos de la Institución, de los cuales permanecen en cautiverio el  intendente jefe Álvaro Moreno y el sargento primero Luís Alberto Erazo Maya.