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Barranquilla,
Colombia, 19/jul/2019
Por: Víctor de los Santos Alemañy
Hoy escribo, declaro e informo como periodista
responsable, imparcial, como padre de
familia, como buen ciudadano, como buen
vecino, y como una persona que ha
rechazado la corrupción y abuso desde mi
niñez, desde lo más atrás que recuerdo,
quizás desde 3 a 4 años de edad.
Este próximo lunes 22 de julio de
2019, me han citado para declarar o
dialogar sobre el recalentado, y
aburrido y repetido tema de la
corrupción electoral. Tema bien sabido
de todos, y que en un esfuerzo por hacer
lo correcto, y en peor de los casos,
fingir que hacen algo, y que ahora
quieren volver a escuchar.
Yo mismo me pregunté: ¿Es justo que esto
se quede en secreto y que nadie se
entere? Pues, estoy convencido que lo
justo es que este tema sea de dominio
público, porque precisamente, el alimento
de la corrupción es el silencio.
...porque
precisamente, el alimento de
la corrupción es el
silencio. |
El señor Enrique José Pereira Oñate,
Operador Disciplinario, de la
Registraduría del Atlántico, Colombia,
me respondió en total negativa a la
siguiente petición para la cita del día
22.
Primera Petición: Que me permitiera
grabar en vídeo la entrevista y las
preguntas que me hagan.
Segunda Petición: Que me permita tener
un testigo en esa entrevista.
Esta son razones adicionales para hacer
público todo lo que le voy a decir este
señor investigador contra la corrupción.
Y esta es la historia:
Desde el año 2007, como si
tuviera un letrero en la frente que
dijera, por favor venga aquí a quejarse
y desahogar sus frustraciones, la gente
me comenzó a dar detalles de la
corrupción.
En una ocasión, uno que laboró en la
corrupción política junto a un consejero
político de Venezuela, me dijo, como una
gracia, como una hazaña para contar, que
ellos solicitaban un mínimo de 300
millones de pesos para hacer trampa en
las elecciones. Que en la registraduría
hacían el proceso. Esto es para los
puestos políticos en el Atlántico.
En otra ocasión, un candidato a concejal
en Barranquilla, le contaron una
cantidad de votos, muy por debajo de lo
que él ya había verificado. Me narró que
el proceso de trampa en la registraduría
era que le quitaban votos a varios
candidatos para favorecer al que pagó
para hacer la trampa. Manifestó que esa
corrupción era grande y que no se
atrevía a tomar acción por temor a que
le hicieran daño a su familia.
En otra ocasión, a un candidato a Edil
de Barranquilla, le sucedió exactamente
lo mismo. Pero el asunto es que hay
cientos de quejas y muy poco ha pasado.
El 20 de diciembre del 2012,
publiqué reportaje en vídeo, y publicado
en YouTube, bajo el título “Corrupto
Sistema Electoral Colombiano”
El 10 de septiembre de 2013,
publiqué un reportaje en vídeo, y
publicado en YouTube, bajo el título
“Barranquilla Cambia la Corrupción por
Jesucristo”. Esto fue un intento más de
llamar a la reflexión a los votantes y
los corruptos.
Para las elecciones del año 2015,
atendiendo el llamado de MOE y otras
instituciones que velan por honestidad
en las elecciones, llamé al celular de
un capitán de la policía para informar
de un Bus lleno de gente de un barrio
que estaba esperando salir para otro
Municipio a cometer el delito de
Trashumancia. Es esto, hacer trampa para
llevar votantes a un lugar que no le
corresponde. Este capitán de la policía
de Barranquilla, no hizo caso, no había
forma de avisar a nadie o autoridad que
hiciera caso. El método para que un
ciudadano denuncie sin tener que
convertirse en vengador anónimo,
simplemente no sirve, ha sido un fraude
y una pantalla política.
El 18 de marzo del 2018, le
escribí una carta al Fiscal General,
José Tobías Betancourt Ladino, con copia
al Secretario de Estado de los Estados
Unidos, Mike Pompeo. En esta carta
explicó parte de la corrupción política
en Colombia. En un momento donde los
Estados Unidos aportan dinero como parte
de combatir la corrupción y el
narcotráfico.
Click aquí para descargar
la carta.
El 4 de febrero del 2019, a las 10:18
de la mañana, recibo una llamada a
mi celular, donde habla un señor que se
identifica con fiscal de CTI, el señor
Luis Alfredo Molina. Me informó que la
llamada era por la denuncia. Esto se
refiere a la 18 de marzo del 2018. Le
resumí en pocas palabras el contenido de
la carta. Y le sugerí la solución.
En las elecciones presidenciales, varias
personas denunciaron, con recibo de
evidencia de votación, que no apareció
ni un solo voto por el candidato por el
cual votaron. Este candidato fue Jorge
Trujillo, y salió electo el actual
presidente de Colombia, Iván Duke.
El 6 de marzo del 2019, me
citaron a dar declaraciones en el CTI de
Barranquilla, con el señor Jaime Andrés
Ortiz Rodríguez. Informé lo que todos
saben, que nadie se atreve a dar
evidencias o denuncias por temor a
represalias. Este temor es basado que
solo unos pocos denuncian, no prospera
la denuncia y le dan larga de varios
años hasta que cae en el olvido. Y los
denunciantes quedan en peligro o
temores.
Esta es la solución que propuse y que no
le han hecho el más mínimo caso, o no
les conviene. Explico:
Sacar presupuesto para pagar a 50
personas seleccionadas cuidadosamente,
para hacer una auditoria selectiva en
ciertos sectores electorales. Que esté a
cargo de un experto en auditoria y
trampas electorales, que reciba la
colaboración de
MOE. Y duración estimada
de esa auditoría sería seis meses.
Esta es la única solución viable ante
tanto temor de la ciudadanía. Y para
esto es necesario voluntad política o
una orden directa del presidente.
Este es el llamado a la reflexión
¿Hasta cuándo seguiremos con los zombis
electorales manipulados por mentirosos?
¿Ha valido la pena mi preocupación por
el bienestar de Colombia y todos los que
en ella habitan?
¿Para qué tanto afán por el poder y
dinero mal habido? ¿Acaso van hacer
felices con lo que hacen? Si mueren, ¿de
quién será lo que robaste o te dejaste
sobornar? ¿Partirás al más allá en paz?
¿Acaso no es mayor satisfacción la
honradez, el amor, la colaboración, la
buena educación y las familias? ¿Con tu
actual actitud que mensajes le das a los
niños y a las familias?
Me despido con esto:
¿Quién quiere hacer algo bueno?
¡Dios bendiga a Colombia!
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